Miles de personas en Chile están sin luz y este corte del servicio está afectando a muchas personas con discapacidad. Digo muchas, porque no tenemos un número exacto.
En emergencias como esta, las personas electrodependientes son en las primeras que se piensa, pero lo prologando de este corte está afectando a otras personas con discapacidad, que, si bien no son consideradas electrodependientes por la norma, sí necesitan de la electricidad para su autonomía, movilidad y vida independiente.
Personas como usuarias de sillas de ruedas eléctricas, personas que requieren mantener sus medicamentos refrigerados, personas que necesitan usar elementos electrónicos, como sus computadores, tablets o celulares para mantener la comunicación con sus familias y acceder a información, personas con discapacidad que estudian o trabajan desde sus hogares o personas con movilidad reducida que necesitan usar los ascensores en los edificios donde viven o trabajan, por ejemplo, así podría seguir.
Muchas de las ayudas técnicas o tecnologías asistivas requieren de electricidad para funcionar y la lenta respuesta de las empresas eléctricas lo único que incrementa es la discapacidad y la vulnerabilidad en que viven muchas personas con discapacidad en el país.
¿Cómo podemos ayudar a estas otras personas electrodependientes?
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