“Fomentar el liderazgo de las personas con discapacidad para un futuro más inclusivo y sostenible” es el lema del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, establecido por Naciones Unidas para este año 2024. Esto supone un desafío: ¿Cómo generamos estrategias para que podamos ejercer un liderazgo activo?
Las personas con discapacidad nos enfrentamos a barreras en diferentes ámbitos y contextos, por lo que alcanzar y ejercer una posición de liderazgo se vuelve complejo, ya que la principal barrera son los prejuicios hacia nuestras capacidades.
Muchas veces se nos juzga por nuestra condición de salud o por los apoyos que utilizamos, sin darnos las oportunidades para desarrollarnos y menos para ejercer como lideresa o líder. Si bien existen personas con discapacidad que están en puestos de liderazgo, son muy pocas y en su camino han tenido que enfrentarse contra una sociedad capacitista, viviendo violencias y vulneraciones de derechos que lideresas y líderes sin discapacidad no enfrentan.
Entonces, qué hacemos. Se debe empezar por abrir espacios para las personas con discapacidad, donde podamos simplemente participar. Porque si no podemos participar, cómo podremos llegar a posiciones de liderazgo.
También, debemos empoderar a las personas con discapacidad sobre sus derechos y deberes, en especial a las niñas, niños y adolescentes para que cuando lleguen a la adultez tengan las herramientas para ser lideresas o líderes de sus comunidades o de nuestros países.
La existencia de personas con discapacidad en puestos de liderazgo permite tener una representación activa y una validación social como comunidad con discapacidad, que no seamos sólo un número o una cuota por inclusión. Fomentar el liderazgo de las personas con discapacidad es tarea de toda la sociedad.